Se repite mucho esta frase:
«La inteligencia artificial es solo una herramienta. Todo depende del uso que le dé el humano.»
Pero… ¿es tan simple?
Una licuadora es una herramienta. Vos decidÃs cuándo la usás y no cambia tu forma de pensar.
Pero cuando la IA te sugiere respuestas en WhatsApp, te completa una frase en Google, elige qué video mostrar primero o recomienda lo que tenés que comprar o leer, ahà ya está interviniendo en tu mente. Sin pedir permiso.
¿Alguna vez te sorprendiste escribiendo algo que no pensaste vos, sino que aceptaste la sugerencia automática del teclado?
¿Te pasa que a veces terminás viendo cosas que no buscaste, pero igual consumÃs… porque estaban ahÃ?
Eso no es casual. Es diseño.
Y esa es la diferencia: la IA no es neutral. Es una tecnologÃa creada para influir, sugerir, predecir y adaptarse… a vos.
No digo esto para generar miedo.
Lo digo porque creo que necesitamos revisar la relación que estamos teniendo con esta tecnologÃa que ya forma parte de la vida cotidiana.
En ClÃnica de Ideas®, propongo algo distinto: aplicar principios inspirados en la medicina—como la recuperación del bienestar, la visión de la persona como un todo y el tratamiento o la derivación adecuada—al mundo de las ideas, las decisiones y los procesos de cambio.

No es coaching, ni terapia. Trabajo con InnovologÃa, una práctica que integra innovación y pensamiento estratégico a la medida de los desafÃos actuales.
Para quienes quieren comprender, ofrezco claridad.
Para quienes no pueden (o no quieren) detenerse a pensar, puedo hacerlo yo, con acuerdo previo y con respeto absoluto por su estilo.
A veces no se trata de pensar más, sino de contar con un plan bien pensado, que se adapte a vos y funcione.
Porque más que adaptarse sin criterio, hoy el reto es gestionar el cambio con efectividad, sin renunciar al bienestar ni a la lucidez.