En tiempos de transición es conveniente fortalecer lo básico, es decir, saber qué es cada concepto, cómo funciona y cómo se relacionan con otros.
En este sentido, se sabe y se observa a diario, que los Clientes cambiaron, son más exigentes, están más informados y tienen más posibilidades para elegir, en un mercado ampliado e interconectado.
Al mismo tiempo, hay algo que no cambia: los negocios fueron, son y serán la base de la economía, ya sea que se trate de Personas, Empresas o Países.
Esta diferenciación lleva a concluir que la adaptación a las nuevas reglas de juego del “mundo actual”, es una necesidad, no una moda.
De tal modo, las marcas, que históricamente se relacionaron con grandes empresas, pasan a ser una necesidad y una cuestión estratégica, también para Emprendedores y Pymes, ya que tienen como función identificar y distinguir productos y servicios de los de la competencia.
La Marcas registrada
La decisión de registrar la marca es estratégica, ya que en Argentina es el registro y no el uso lo que le permite a su Titular el acceso al uso y explotación exclusivos. También le otorga la posibilidad de hacer contratos de licencia para obtener mayores ingresos.
En el caso de las franquicias, es un requisito obligatorio, establecido por el Código Civil y Comercial de la Nación, en su Artículo 1512, 2do párrafo: “El franquiciante debe ser titular exclusivo del conjunto de los derechos intelectuales, marcas, patentes, nombres comerciales, derechos de autor y demás comprendidos en el sistema bajo franquicia; o, en su caso, tener derecho a su utilización y transmisión al franquiciado en los términos del contrato”.